Es una pena esto de ser cobarde. Por eso, lo menos que puedo hacer es utilizar mi arma de trabajo, la palabra, para lanzar dos gritos: uno a favor de la dignificación de periodismo y, sobre todo, de la persona; y otro en contra de la precariedad, de la hipocresía, de los sucio, de lo necio... Todo mi apoyo a Chuchi y a los que por él pitan y pancartean.
Es reconfortante saber que, al menos por esta vez, la plantilla de El Día de Valladolid se une con un fin común. Parece que esta gota ha colmado el vaso. Ánimo, compañeros. Alba Tardón Vicente
Correo electrónico recibido en eltablonvirtual@gmail.com